¿Con qué frecuencia oímos hablar de la contaminación atmosférica? ¿Cuáles son los principales contaminantes? ¿De dónde proceden? ¿Son perjudiciales para la salud? En este artículo tratamos de arrojar luz sobre todos estos aspectos, mencionando también la diferencia entre polución y CO2, y entre contaminantes y contaminados.
La contaminación atmosférica se refiere a la liberación de sustancias sólidas y líquidas en el aire que causan daños a la salud humana. Cuando hablamos de contaminación atmosférica, nos referimos sobre todo a las PM10 o PM2,5, las famosas partículas finas. El número indica el diámetro (aerodinámico euivalente) de la partícula: las PM2,5 tienen un diámetro máximo de 2,5 µm (milésimas de milímetro), mientras que las PM10 tienen un diámetro de hasta 10 µm. Según la Organización Mundial de la Salud, más del 99% de la población mundial respira aire contaminado. La contaminación atmosférica es una de las mayores amenazas medioambientales o causas de la contaminación ambiental para la vida humana, causante de unos siete millones de muertes prematuras al año.
¿Qué es la contaminación atmosférica?
La contaminación atmosférica se define como todos aquellos agentes físicos, químicos y biológicos que modifican las características naturales de la atmósfera. Pero, ¿qué significa realmente? Hablamos de partículas sólidas, líquidas y gaseosas que tienen su origen en las fuentes más diversas. ¿Ha oído hablar de las PM10, el ozono o el benceno? Pues bien, estos son sólo algunos de los contaminantes más peligrosos que podemos encontrar en el aire, junto con otras moléculas y compuestos de los que aún sabemos poco.
Cuando hablamos de contaminación, una de las primeras cosas que hay que aclarar es la diferencia entre contaminante y polución. ¿Son sinónimos? Buena pregunta.
La diferencia entre contaminante y polución
Ambos alteran el equilibrio de un sistema natural, la diferencia es que los contaminantes generan efectos nocivos para la vida, los contaminantes no necesariamente. Un contaminante es siempre un contaminante, pero no al revés.
¿Un ejemplo? Tomemos uno deliberadamente extremo para hacernos una idea: imaginemos que añadimos pimienta a una sopa; esto cambiará el equilibrio de sabores, pero después de comerla no tendremos problemas de salud. En cambio, si añadimos amoniaco, no sólo cambiará el equilibrio de sabores, sino que después de comerla tendremos «algunos» problemas.
¿Cómo se clasifican los contaminantes?
Existen varios métodos para clasificar los contaminantes, pero podemos distinguirlos fácilmente según su composición química (compuestos que contienen azufre, nitrógeno, carbono, etc.), según su estado físico (sólido, líquido, gaseoso) o según su reactividad en la atmósfera: los contaminantes llamados primarios son los que se emiten a la atmósfera como productos de la combustión, ya sea natural o antropogénica, mientras que hay sustancias que se forman directamente en la atmósfera, como el ozono, que se denominan secundarios.