Cada pareja establece, cuando estima oportuno, su propio pacto de exclusividad. En un momento u otro se hace necesario para ambos concretar y explicitar su términos. Lo que empieza siendo una conversación incómoda acaba casi siempre proporcionando bastante seguridad pasa a ser un infiel emocional. Lo primero es lo mas obvio: no habrá intercambios sexuales con otras personas. Pero la inmensa mayoría de nosotras (y ellos, por cierto, también) consideramos que ser infiel va mucho mas allá de lo obvio: fuera de la pareja no consentimos que se comparta intimidad física, pero tampoco algunos grados de intimidad emocional. Ser un infiel emocional Pues bien, lo que mas lleva a las personas…